Reseña - Magic Knight Rayearth


¡Buenas gente! Hoy volvemos con una reseña de un manga. Esta vez toca una obra de las CLAMP, que son de mis autoras favoritas, ¡Magic Knight Rayearth!
Un manga que genera bastante nostalgia (al menos acá en Argentina, y supongo que en toda Latinoamérica) ya que muchos crecimos viendo la serie que pasaban en Magic Kids (desde 1998 si no me equivoco). El manga que hoy traemos, es la historia en la que se basa el anime, que salió un par de años antes.
Magic Knight Rayearth empezó a publicarse en la revista shojo Nakayoshi, de la editorial Kodansha, desde noviembre de 1993 hasta febrero de 1995 (después se empezó a publicar la secuela, en la misma revista, pero de eso vamos a hablar en otro post).

La serie llega a nuestro país de la mano de la editorial Ivrea, con una edición fiel a la japonesa, tres tomos recopilatorios, formato B6, páginas a color y una sobrecubierta con hot stamping. También está licenciada la segunda parte (otros tres tomos), pero todavía no empezó a publicarse.

Portadas de los tomos de Ivrea

Este manga nos cuenta la historia de Hikaru Shidou, Umi Ryuuzaki y Fuu Huouji, tres chicas de distintos colegios que se encuentran en una excursión en la torre de Tokyo, y, después de una luz enceguecedora, se ven transportadas al mágico mundo de Cefiro, mientras escuchan un mensaje:
“SALVEN A ESTE MUNDO… LEGENDARIAS… MAGIC KNIGHTS.”
Allí se encontrarán con Clef, quien les contará que las invocó la Princesa Emeraude para que salven este mundo como cuenta una antigua leyenda.
A partir de acá, las tres chicas irán encontrando armas y armaduras, derrotando enemigos y conociéndose más entre ellas mientras intentas salvar al mundo de Cefiro.

Es una historia que me encanta, llena de amistad y fuerza de voluntad (Cefiro se rige de acuerdo a la voluntad y el corazón de las personas). Las chicas evolucionan página a página, y se van conociendo y estrechando su vínculo cada vez más. Es una historia llena de fantasía y magia, pero también con sus toques de humor. Mokona, una extraña criatura -dato curioso: se llama igual que la dibujante-  que acompañará y guiará a las chicas en su camino para convertirse en Magic Knights, será, junto con Umi, la principal responsable de esas escenas de humorísticas.
Más allá de eso, no tiene el aire más inocente de Angelic Layer o Sakura, pero tampoco llega a ser un seinen, aunque es una historia dentro de todo bastante seria.
Como dije, la mayor parte de la historia se basa en mostrar la fuerza de voluntad y los sentimientos del corazón de las chicas y, a veces, también de los enemigos. Esto será fundamental en su viaje.
Es una historia dentro de todo corta, no se alarga innecesariamente, pero tampoco deja esa sensación de que terminó rápido, dura lo justo. Encima al final tiene un giro que le queda excelente, y ayuda a darle ese toque más adulto a la serie.
Es verdad que algunas cosas quedan sin respuesta, pero eso supongo que se tratará en la secuela.
Hikaru Shidou
En cuanto al dibujo, aunque se note a kilómetros que es de las CLAMP, con sus chibis, su juego con las viñetas y su estilo maho shojo inconfundible, las páginas de este manga están más “cargadas” que las de mangas como los que nombré antes. Hay muchos más trazos. Fondos y “coloreados” en blanco y negro (escala de grises). Obviamente esto no lo digo como algo malo, el dibujo las series de CLAMP me encanta, y es de mis favoritos (si… me encanta todo lo que hacen, ya voy a reseñar más obras suyas).
En fin, es un manga que vale totalmente la pena y que recomiendo muchísimo. De la segunda parte voy a esperar a que empiece a salir acá, porque la verdad es que nunca la leí.
Pero, al menos esta primera parte, me encanta.



Comentarios

  1. Muy buena reseña, nunca creí que fuera un manga tan corto, voy a ver mi presupuesto a ver si le puedo dar una oportunidad.

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